DETALLE DE LA NOTA DE LA CONTRAPORTADA DEL ÁLBUM:
AL SUR ESCRIBE EL VIENTO
Esta era la imagen. La sensación sobrecogedora de esas distancias de nuestro olvido culpable. Los que nos aventuramos por esas soledades -canto en carne, voz a cuestas- Carlos Di Fulvio, Edgar Morisoli, Ramón Ayala, yo, el primer Horacio Guarany y otros juglares de pueblo que no enumero por extensos, volvíamos con la boca seca de arena, estupefactos. Esa era pues, la ya manida "cintura cósmica del Sur", que aún fue hecho pleno que los maduraderos subterráneos de la gran ciudad indagan por ser para ellos, ignoto significado. Cómo iban a advertir desde sus miraderos de neón, que más allá de esas desolaciones, lo que reina es el universo (¿El universo del sur efluyentes culturas del coloniaje y la dependencia?). Porque hasta aquí, hasta este hachazo del despojo que fue la guerra de las Malvinas, ellas superan el universo al norte o allende el mar, padre de todas sus nostalgias y sus condenadas escrituras umbilicales. Al sur todo era olvido.
Hasta que los escritores del viento comenzaron a llegar. Lima Quintana, Edgar, Bustriazo Ortiz, el "Viejo Nervi", el gran implacable de don Ata, la ternura sin pausa de Larralde, la dimensión sonora de Naldo Labrín, la antología hombruna de Marcelo Berbel y alguno que otro nombre que injustamente olvido -¡Ah, rastreador Casamiquela!- Pero el silencio cazador, Moloch de tehuelches, onas y mapuches, podía más. Y ahí quedaba la escritura barrida por el viento, capataz de los voraces latifundios. Pero el viento esperaba agazapado y frío: Saaalven al Suuur ¡SUR!.
Y desde ese sonido, de ese volver de las distancias herejes, desde ese mapa de guitarra a la intemperie, como un remolino de sí mismo, el extremo sur procreó no solo la escritura sino, como era urgente, la escritura cantada: HUGO GIMÉNEZ AGÜERO.
El escribe en el verso del sur y canta lo que escribe; por eso por la ternura que su viento contiene, el sur de su escritura ingresa a escucharse, ya hecho hombre geográfico, étnico, geológico, mineral, acuciante, indomable, semental y caudillo de la vida olvidada. La vida que no olvida y nombra todo, desde el helecho a la araucaria, la gaviota, el glaciar, la múltiple agricultura, las aldeas, los ríos, la desmesura que va de su voz a la ternura, donde el vino es otro más entre nosotros, en tanto cantar, nos vuelve niños, como aquella vez azul que, ateridos, salimos a caminar, ensoñados y locos, por la cintura cósmica del sur.
ARMANDO TEJADA GÓMEZ
"La Cancionera", Guernica 28/09/84
Intérprete: Hugo Giménez Agüero
Album: WAHUAIS (solo)
Año: 1984
Portadas: SÍ, originales restauradas y optimizadas (*)
Sello: na..quel
Nº: 1008
Formato: Long-play de vinilo en 33 1/3 r.p.m. (LP)
Bitrate: CBR 256 kbps en 48.000 (audio ultra mejorado)
LISTADO DE TEMAS:
LADO 1:
1.- Huawais (kaani)
Hugo Giménez Agüero (3:08)
2.- Huella de Roca (huella)
Hugo Giménez Agüero (2:01)
3.- Paisano de la región (chorrillera)
Hugo Giménez Agüero (3:08)
4.- Hemai (kaani)
Hugo Giménez Agüero (2:16)
5.- Solo soy un peón (milonga andina)
Hugo Giménez Agüero (3:09)
6.- Dueño del viento (kaani)
Hugo Giménez Agüero / Hugo Covaro (2:34)
LADO 2:
1.- El duende de Calafate (canción)
Hugo Giménez Agüero (3:13)
2.- Allá en la Isla Pavón (chorrilera)
Hugo Giménez Agüero (3:04)
3.- Juan que no existe (kaani)
Hugo Giménez Agüero (3:30)
4.- Centollando (chorrillera)
Hugo Giménez Agüero (2:31)
5.- Alma tehuelche (milonga andina)
Hugo Giménez Agüero (2:18)
6.- La pucha madre (chorrillera)
Hugo Giménez Agüero (3:12)
Arreglos y dirección: HUGO MERLO
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