jueves, 3 de enero de 2013

DANIEL TORO - Entrevista: "LA LEYENDA CONTINÚA..." (1999)


LA LEYENDA CONTINÚA...

Uno de los músicos más talentosos de la Argentina nos adelanta su vuelta a los escenarios y nos abre las puertas de su corazón. Basta solo con entrar en su casa para respirar amor. Es lo que predomina en el ambiente. Se lo ve en su mirada, se lo oye en su voz y se lo siente en su alma. Este salteño de 58 años ha sabido dejar atrás las adversidades y mirar hacia delante con esperanza y serenidad y lo ha logrado todo gracias al amor. Al amor de su esposa Mónica, de sus hijos y de su incondicional compañero: el público.

Hablar con Daniel Toro es remontarse en un maravilloso vuelo a lo largo de su vida. Una mítica vida que al descubrirla no solo nos permite conocer a uno de los compositores mas importantes de la música argentina, sino que nos enseña a mirarnos hacia dentro y comprender cuan grande es el poder del amor.

"Sinceramente creo que nací con un duende compositor. Cuando llegué por primera vez a Salta capital, porque mi padre había conseguido allí trabajo, conocí mi primera radio; así me comencé a familiarizarme con el repertorio de Magaldi y a cantar tangos. Cuando conocí a Gardel me di cuenta de que me gustaba la composición".

Sin embargo, abrazó el folklore de su tierra, donde empezó a escuchar atentamente la música de allí. Inspirado en Yupanqui, Falú, Narciso Yépez, Almeida y Andrés Segovia, el gran talento de compositor comenzó a florecer en el. Así nació “Para ir a buscarte” compuesta junto a Ariel Petrocelli y con solo 17 años. Después vendría "El antigal", "La cotorrita perdida", "El Principito", obra que comparte con Néstor Cesar Miguens.

Desde su casa, Daniel Toro nos relató anécdotas de su época de oro, nos habló de su homenaje en el Congreso de la Nación y también tuvimos el privilegio de escucharlo tocar la guitarra, un verdadero lujo. Por circunstancias de la vida, sólo pudo estudiar hasta el quinto grado y a pesar de no saber leer ni escribir música, es autor de casi 900 temas sin otra arma que la intuición y por supuesto, el talento. La mayoría de sus creaciones son canciones y reconoce que sus zambas casi no son para bailar ya que no le interesa que tengan la medida justa y lo que intenta es que tengan el lenguaje universal que caracteriza a la música.

"Considero que la música que hago hoy habla por si misma, porque pinta un paisaje o trasmite estados de ánimo”.

¿Cuando llega por primera vez a Córdoba?

Llegué cuando el Chango Rodríguez era lo máximo. Después estaban Los Hermanos Di Fulvio, Edmundo Cartos, Correa, el Negro Sandoval...

No había tantos festivales, solo peñas.

Exactamente. Yo llegué con varios conjuntos: Los Tabacaleros. Los Forasteros, Los Viñateros y al último con Los Nombradores. Ese conjunto se armó por poder. Teníamos poder y capacidad de armonizaciones, de voces, y se desarmó por no poder, porque la sed de éxito nos llevó a algunas situaciones y mezquindades muy humanas dentro del grupo. En Cosquín éramos llevados en andas, pero después los meses eran durísimos. Uno de los problemas era el repertorio. Yo planteaba cambiarlo porque siempre me consideré con visión para elegir temas. Ellos no estaban de acuerdo y entonces me fui. El grupo duró un tiempo más y luego se disolvió.

¿Cuantos años estuvo en Los Nombradores?

Del '62 hasta el '66. En el '67 presenté el repertorio que quería cantar y salí Consagración en Cosquín. Tenía que cantar una (El indiecito dormido) y salí cantando veinte, que eran las que yo había elegido para el repertorio de Los Nombradores. Yo subí para llenar el espacio de un artista que no había llegado a tiempo y después el público no me quería dejar bajar.

En la época en que el público era el que consagraba al artista.

Yo creo que puedo decir con orgullo y humildad que fui el último artista consagrado por el público. Los demás fueron negociados. Nunca más hubo una comisión como la del doctor Wisner, Sarmiento, Casenave, aunque él se oponía a que yo cantara...

¿La primera vez que llega a Cosquín es con Los Nombradores?

Si, nos iba bien en Cosquín, pero nada más.

¿Por que se desvinculó?

Cuando yo decidí irme de Los Nombradores les dije: “de acá a tres meses me voy del conjunto” y a los dos días me respondieron que ya me podía ir porque ya me habían conseguido reemplazante. Yo no los dejé, ellos me abandonaron a mí.

Ahí vino su despegue...

Al principio me pareció que todo se venía abajo, pero rápidamente me recuperé. Uno de ellos me dijo: “Andá y alimentate bien así nos llevás el año que viene en Cosquín” y sucedió al revés.

Fue entonces cuando el público conoció y consagró a Daniel Toro. ¿Había empezado la época de los grandes éxitos?

Creo que si. Por esos años estaba en Music Hall pero lo que pasó es que la grabadora no me apoyaba verdaderamente. Cuando pasé a estar en otro sello fue que yo resurgí totalmente y pase a ser el solista número uno de todos. De todos los lugares me reclamaban, vendí discos. Con “Zamba para olvidarte” estuve casi dos años primero en el ranking. Pasé el millón de discos vendidos.

En la cumbre de su carrera artística, Daniel Toro es alcanzado por la adversidad, de repente, y de modo inexplicable, el zorzal salteño se vio envuelto por la oscuridad y el silencio. Era 1979, los médicos le extirpaban un cáncer en la garganta y con ello, se llevaban sus cuerdas vocales y el sueño de soltar su canto a los cuatro vientos. Recordar esa época lo emociona tanto que Mónica (su actual esposa) toma la palabra:

Fueron dos o tres años de estar enmudecido. Después lentamente empezó a hablar en voz baja. Se quedaba afónico o sin voz ante cualquier emoción. Fue una lucha tan grande que trajo aparejada una gran depresión.

Daniel e Isabel en octubre de 2012

"Tomaba para olvidar, porque encima veía que no tenia el apoyo de los que estaban a mi alrededor” -continuó Daniel- y que de pronto un hijo te diga “Papá: ¿Cómo te has dejado venir hasta este punto?” y ver las lágrimas en los ojos de ese hijo fue suficiente para decir “¿Quien me creo yo que soy? Tengo que hacer algo por los que me quieren empezando por mis hijos y, sobre todo por mi”.

“Hoy se mas que nunca porqué y para quien canto, para quien digo. Para Dios y para el público. No me interesa tener la voz de antes mi camino es otro, es una misión sagrada que debo cumplir”

Así fue que desde lo más profundo de su propio ostracismo comenzó a renacer como el Ave Fénix. Fueron años en que su vida se encontraba en un laberinto, llegaron a ser una pesadilla. Luchaba y luchaba por reponerse pero el horizonte parecía lejano...

“Cuando caí me costó levantarme. De los cientos de amigos que estaban en las buenas, solo quedaron dos o tres, como Julio Fontana. Fue entonces que descubrí el amor de Dios y me aferré a su mano. Preocupado por lo que me pasaba, había olvidado que existía el rocío, el cantar de los pájaros, un mundo maravilloso que volvía a pintarse para mi. En ese momento me sentí curado en espíritu y alma”.

¿Cuanto duró esa etapa dura de su vida?

Duró todo y no duró nada. Creo que supe capitalizar la adversidad y salir adelante en lo malo no todo es malo.

Por ello, en la época que no podía cantar se dio cuenta que había una compañera que nunca le había fallado. Su guitarra. Fue allí que surgieron sus composiciones instrumentales y las décimas de "Algo de mi vida", su último CD.

-Su relación con los militares-

Durante el último proceso militar muchos artistas argentinos debieron exiliarse o apelar a cambios de nombre para firmar sus obras.

En SADAIC muchas de sus creaciones fueron registradas con el seudónimo de Casimiro Cobos.

Es cierto, el seudónimo surgió como una especie de supervivencia. Cuando los militares metieron a todos los subversivos de la canción dentro de la bolsa, me metieron a mí. Me prohibieron actuar en las radios y hasta recibí la famosa llamada “o te callás o sos tierra de cementerio”.

No obstante, el se les plantó y les dijo: “A mi no me sacan, si hay alguien dueño de esta tierra, ese soy yo. De acá no me mueven. ¿Sabés como me van a sacar? Solamente muerto...”.

Nunca lo sacaron, pero las matrices de sus discos desaparecieron...

-El soñado retorno-

Cuántas veces desde su confinamiento se habrá imaginado de mil maneras distintas su regreso a un escenario que lo aplaudiera con admiración como en otrora lo hiciera. El destino quiso que ese momento fuera el pasado 9 de diciembre de 1999 y en el Teatro Real. Allí volvió después de muchos años a pisar nuevamente un escenario en un espectáculo presentado junto al Grupo Piuquén. El espectáculo fue presentado nuevamente en las noches de la peña que junto a su hijo Facundo instalaron en Cosquín.

El regreso a los escenarios, seguramente le habrá generado mayores inquietudes ¿Cuáles son ahora los planes para los meses que vienen?

"Por lo pronto apoyar la edición de Pompo Limón y el niño, mi primer libro, que dio lugar a una Opera Andina que queremos presentarla este verano y que va acompañado por un compact. Una experiencia nueva que ya presenté en Cosquín y que, gracias a Dios, salió bien. Además de seguir con la difusión de "Algo de mi vida". También estoy haciendo"Concierto de amor para el mundo", una obra para 70 músicos y con diferentes interpretes, que van a estar acompañados por una sinfónica y un coro mixto. Yo ya tengo todo acá..." (se señala la cabeza).

-El reconocimiento en el Congreso de la Nación-

El 27 de septiembre del 99, el Congreso de la Nación rindió homenaje a los 40 años de trayectoria con la música folklórica argentina a Daniel Toro. Los fundamentos presentados lo destacaban como “…ejemplo refinado de un verdadero artista popular, que ha tenido la grandeza de ir conformando un perfil que lo mantuvo vigente en los últimos cuarenta años...”. Asimismo concluyeron en que Daniel Toro es un notable creador su obra artística ha trascendido los limites del país, resultando el homenaje un reconocimiento a su notable trayectoria. Daniel Cancio Toro, hijo de Sixta Rosa Velásquez y Daniel Toro, nació el 3 de enero de 1941 y desde su nacimiento manifestó misteriosamente un destino extraordinario. Su hermano mellizo murió poco después del parto, mientras que él, de mucho menor peso, sobrevivió. Es el mayor de ocho hermanos y hoy se ha convertido en lo que el llama el iniciador de una nueva generación.

¿Cuantas veces se casó?

Mi tercer y último matrimonio es con ella (Mónica). Tengo 10 hijos.

¿Cuantos se dedicaron al folklore?

Tres. "Los tres hijos más grandes son los que más vivieron la época de oro de Daniel. Claudio lo acompañaba en casi todas las giras. Facundo lo tuvo al padre siete años pegado en los escenarios. Carlitos no tanto, dice Mónica su esposa, quien toma la palabra una y otra vez. Además, ella nos contó anécdotas, le preguntó cosas casi como si fuera una cronista más y reflexionó con y por el. La conexión entre ambos es tan fuerte que por momentos parecen una sola persona. Se miran con amor, se hablan con dulzura y se nota que la felicidad de tenerse el uno al otro los llena. Entonces, quien mejor que ella para definir al Daniel Toro hombre. 

"Es por sobre todas las cosas un hombre de la casa, compañero, atento, cariñoso. Adora a sus hijos, se preocupa si no llaman, se desvive por ellos. Le encanta la sopa, el guiso, el asado. Le gusta salir a caminar todos los días a la nochecita..." dice Mónica y retoma Daniel:

"Hoy sé más que nunca por qué canto, para quién canto, para quién digo. Para Dios y para el público. No me interesa tener la voz de antes. Mi camino es otro, es una misión sagrada que debo cumplir”

Celeste Sosa y Guillermo Zapata

Año de la entrevista: Fines de 1999 aproximadamente

Esta entrevista la publico y comparto hoy, antes de comenzar con sus discos, con todos los queridos amigos, seguidores y visitantes, para que sepamos realmente por qué la nota dice "La leyenda continúa.." Claro, porque es la leyenda de un grande con todas las letras: DANIEL TORO, creo por lo menos que él, así lo merece. Los invito pues, a que pasen y vean, pasen y lean esta extensa entrevista. Verdaderamente, vale la pena, porque les aseguro... Que no se van a arrepentir...!!!

Un saludo cordial para todos !!! Si quieren comentar, estaría muy bueno !!! NOS VEMOS...


2 comentarios:

rubenbertini dijo...

MARAVILLOSA ENTREVISTA AL MAXIMO EXPONENTE MUSICAL DE SALTA,EL QUERIDO DANIEL TORO.
MUCHISIMAS GRACIAS POR HACER QUE SE CONOZCA,Y SI ALGUNA VEZ DANIEL LEYERA ESTE COMENTARIO ES MI DESEO QUE SEPA CUANTO LO AMAMOS POR SU PERSONA Y POR TODO LOS QUE NOS DEJA.
UN ABRAZO DANIEL,UN ABRAZO FOLCLORE DEL NOROESTE ARGENTINO!!!!!

Artista dijo...

Hola soy Daniela Toro la hija de Daniel, hay varios errores en la nota, el nombre de mi mami, quien aparece en esta foto y es la esposa de papá es Isabel Catalan, no Mónica y somos 6 hijos Claudio, Facundo, Carlos Isabel, Daniela y Miguel. Si pueden corregirlo seria bueno! Muchas gracias!les dejó mi mail ante cualquier duda que tengan: danielatoro12@gmail. Com