DETALLE
DE LA NOTA DE LA CONTRAPORTADA DEL ÁLBUM
PRESENTACIÓN
Ha
sido siempre mi propósito poder realizar un trabajo como el que se me ha
permitido llevar a cabo en esta oportunidad. Para fundamentar el mismo, requerí
lo colaboración de Don Florencio López y Víctor Abel Giménez, folklorólogo y
escritor, respectivamente. Ambos hallaron razonable mi propósito. El primero de
ellos basándose en los resultados obtenidos durante su larga investigación por
el litoral musical, precisamente en los zonas donde se fue operando la
estereotipación de los ritmos; N. de Entre Ríos: guaraní; S. de Entre Ríos:
pampa; y el segundo, aportando sus amplios conocimientos en cosas de la llanura
y sus excelentes condiciones de verseador surero. Ubico inicialmente el bagaje
musical en la parte norte de Entre Ríos para ir descendiendo por sus distintos
zonas hasta llegar a la ancha boca de la llanura bonaerense, pero no por el
simple hecho de pasar repentinamente del galopante ritmo de una chamarrita al
bordoneo de una milonga pampeana, sino tratando de buscar algo de mayor
importancia como lo es establecer la relación que existe en el área musical
abordada. En síntesis, mi pretensión ha sido demostrar a través de este trabajo
que el "decir nativo" entre la zona entrerriana y el llano que cobija
la milonga, pese a la influencia musical guaranítica que encontramos hacia el
norte de la tierra montaraz, guarda gran similitud, por obra y gracia de la
transformación operada en el área de influencia sureño.
1.
LAZARO BLANCO (Galopeado de Linares Cardozo)
Partiendo
de los versos de Don Atahualpa Yupanqui, elegidos para presentar la primera
parte de esta obra, ubico ya la intención de mi canto en la zona montaraz de
San José de Feliciano, allí donde a fines del siglo pasado existió un chasque
que la comarca llamó Lázaro Blanco. Personaje de leyenda que se venero como a
un santo pues se dice que es milagroso. Sus virtudes humanas de hombre manso,
jinete y servicial, distinguidas por Linares Cardozo en su obra musical,
perduran a través del tiempo. A la vera de un antiguo camino en las
inmediaciones de Feliciano se halla su último morada. No hay andante que no se
detenga ante ella, desmonte, si de a caballo va y quitándose el sombrero medite
de pie. Quedaron sus mentas para orgullo de los paisanos de lo región.
2. LA
CRECIENTE (Aire de galopa de Carlos Santa María)
Vemos
que tanto en la parte norte de Entre Ríos como hacia el centro de la provincia,
las expresiones musicales guardan ciertos formas de los ritmos guaraníes que
han de ir diluyéndose a medida que avancemos hacia el sur. Así, con lo segunda
obra que resentamos, el canto se va acercando a la frescura de los ríos, allí
donde el hombre que puebla las costas tiene un trajín distinto al que habita el
monte o la campiña. La naturaleza, bravía y hermosa, en su permanente emanación
lujuriante y telúrica los aprisiona. Isleño y pescador permanecen impávidos
soportando la sabandija, la amenaza constante de las crecidas que en pocos
horas arrasará con el esfuerzo de mucho tiempo. Cielo... silencio... agua.
Ceibos, arrayanes, curupíes, tatoras, mburucuyás, zarzaparrillas, camalotes,
días y días... silencio y agua. Bramido angustioso y apenas perceptible del
leonado Paraná o el gemir de la aparente mansedumbre del "Río de los
Pájaros", completan el cuadro de uno de los mayores azotes de la
naturaleza.
3.
TROPERO SILBADOR (Chamarrita de Linares Cardozo)
Desprendiéndose
paulatinamente de la influencia musical guaranítica, ya que al
"pisar" el tercio medio superior de la provincia entramos a la zona
de influencia pampeana, el decir se aleja de las costas y barrancos (amparo de
pescadores de trasmayo, espinel y madrugados) y se enanca al galopar de una
chamarrita para recorrer desde la arcillosa orilla del Paraná hasta la límpida
y azulada hermana del Uruguay. Podremos notar en esta obra, que ya se advierte
una intención surera pues su forma, pese a ser atribuida a origen lusitano, nos
muestra en ciertos pasajes reminiscencias de milonga pampeana. Por considerarlo
adecuado con la interpretación, reproducimos aquí un fragmento del poema
"Coplas entrerrianas" de Marcelino Román:
".
. . me dicen que el entrerriano"
"es algo caminador"
"medio
fantástico a veces"
"pero
muy firme varón...
4.
SEÑOR DE MONTIEL (Milonga de Aníbal Sampayo)
Llegado
a esta altura de nuestro trabajo nos detenemos en un lugar imaginario de Entre
Ríos para rendir homenaje a su poesía. Puede ser cualquiera, el de las
ondulantes cuchillas o el más agreste y desde ahí evocamos a uno de los grandes
poetas que diera esa tierra: Don Delio Panizza; aquel que Arturo Capdevila
llamó el "Señor de Montiel".
5.
SOLEDAD (Poema de Marcelino Román)
Hermanando
paisaje y sentir del hombre entrerriano, lo hacemos incorporando aquí la poesía
de Marcelino Román, el poeta de los pobres, de los "bailongos"
costeros, de muchos domingos del "Antoñico" y partícipe de los
secretos de la vida de su pueblo. Su poema nos muestra un típico lugar de Entre
Ríos en el que ha logrado recoger además, la riqueza de voces regionales con
deslumbrante autenticidad trasuntando así la idiosincrasia del paisano.
6.
COSAS DEL CAMPO ENTRERRIANO (Milonga de Víctor Abel Giménez y
Carlos Santa María)
Y por
fin llegamos al tema nexo del trabajo, donde don Florencio López, estableciendo
la razón de la obra, explica que:. . . "La Milonga, especie de la cual no
se discute su origen rioplatense fue representante del Cancionero Binario
Colonial cuyo foco fue Río de Janeiro (Vega 1944, pp. 230 ss) Su nombre se cree
que deriva de "mulongo", voz afro-Iusitana que significa
"enredos" con la cual solía denominarse a las payadas, por las
preguntas y respuestas que se sucedían. Según los eruditos en musicología, su
ritmo es una contracción de "meloslonga" (melodía larga). Nace aproximadamente
en el año 1810 y desde su zona de dispersión rioplatense se extiende a toda el
área pampeana. Con las tropas de Belgrano llega hasta el Paraguay y a su paso
por Entre Ríos se afinca, el criollo de la región la hace suya hasta el tercio
medio superior de la provincia. La milonga es vigente y por el incesante vaivén
del trasplante humano hacia los "médanos", es dable escuchar a
nuestros mensajeros de trabajo, amor y respeto, transportar su paisaje litoral
a la música de la "inmensa sábana blanca", en donde según Sarmiento:
." "se habrían de escribir páginas de civilización y progreso".
7.
DIOS LO BENDIGA (Aire de chacarera de Carlos Santa María)
Cumplida
ya la parte que consideramos indicada para "definir" a Entre Ríos y
antes de adentrarnos musicalmente a la inmensidad del canto pampa con Víctor
Abel Giménez (el "Vasco" de Arbolito), quiero dejar mi despedida como
lo hiciera cuando abandoné aquella tierra para acudir al "llamado" de
la llanura. Por entonces -con excepción de la milonga- no conocía otra forma
musical que se identificara con mi provincia y como había oído versiones de que
alguna vez, la chacarera y el gato -entre otras- formaron parte de las
expresiones populares de la región, me incliné por un aire de chacarera para
encuadrar las coplas que nacieron cuando abrazé a mi padre: ... "que la
suerte lo acompañe y que Dios lo bendiga m'hijo". Porque la expresión
pampa no tiene en nuestra tierra un limite musical, se prolonga de pago en
pago, como el viento. Así, desde Entre Ríos puede llegar al sur, pialando a su
paso todos los campos bonaerenses con un lazo de larga armada trenzado con
tientos de milongas, cifras y huellas. Eso es el canto pampa, ancho, largo y
extendido sobre la propia llanura.
8. SAN
ANTONIO DE ARECO (Triunfo de Edmundo Zaldívar (h.)
Entramos
a los gloriosos pagos de Areco que cobijaron la inspiración de Ricardo Güiraldes,
perpetuada en su "Don Segundo Sombra". La influencia de su personaje
en la ubicación geográfica pampeana, le ha dado al pago de San Antonio de Areco
el halago de ser basamento del tradicionalismo y la responsabilidad enorme de
mantener enhiesta la presencia espiritual del gaucho. Dicha circunstancia y
merced al comienzo musical de esta faz que se "desata" en un triunfo,
hace propicio el reencuentro con el lugar donde un día se levantara "La
Blanquiada" y el nombre de San Antonio de Areco se agiganta en el canto y
danza perteneciente a una época rayana a la centuria.
9.
RECORDANDO MI LOBUNO (Cifra de Victor Abel Giménez y Carlos Santa María)
Si
hermanamos la décima al ritmo de la cifra, nos hallaremos ante una conjugación
cancionera de auténtica raigambre pampa, pues si realmente esta forma literaria
es tradicional en la versificación castellana, también resulta verídico que al
ser llevada al brioso compás de la cifra se traduce automáticamente en algo
original y gaucho, precisamente, porque su sistema de notación musical nació
entre las manos de los viejos troveros criollos del pasado payadoril. Y si a
esta formación le agregamos una temática sobre el caballo, entonces nos encontraremos
con una de las más ajustadas conjugaciones nativas, porque desde el año 1535 en
que Don Pedro de Mendoza introduce los primeros ejemplares de la raza
yeguariza, aumentada en el 1580 por Don Juan de Garay, el caballo habrá de
constituirse en el compañero más fiel y complemento esencial del gaucho al
crecer su figura en estas pampas.
10.
CARTA DE MUCHOS (Poema de Claudio Martínez Payva)
Los
poemas gauchescos, que en su fondo siempre han de encerrar un ejemplo y una
enseñanza, surgieron por esa vieja vocación rimadora de los poetas. Pero sin
duda alguna, el comienzo de esta forma de narración -aunque ausente de
consonancias y asonancias- tenemos que buscarla en los labios de los viejas
criollos de antes, cuando los antiguos fogones y sus campesinos eran
receptáculo de una sabiduría adquirida a través del tiempo. Al seleccionar un
verso trazado por la pluma del entrerriano Claudio Martínez Payva, se tributa,
además, homenaje a uno de los hombres nacidos bajo este cielo que vivió y murió
honrando las letras criollas. Su "Carta de muchos" testimonia la
existencia de un personaje que se llamó "caudillo" y que ocupó
necesariamente el lugar de una época, aportando también al crecimiento de
nuestra patria.
11.
MALAMBO (Mudanzas musicales Arreglos de Carlos Santa María)
La
danza más varonil de nuestra pampa es, sin duda alguna, el malambo. Tan varonil
es que ni siquiera necesitó de una "china" para hacerse baile. De
tanto andar solo el malambo, matrereando distancias, un día lo apresó la caja
sonora de una vihuela y lo "condenó" a vivir para siempre tras los
barrotes de sus cuerdas. Malambo. ., tropel de baguales sobre el lomo de la
pampa que te dieron botas de potro para afirmar tu entereza en las mudanzas.
12.
POEMA A LA GUITARRA (Milonga de A. Yupanqui y C. Santa María)
Ahora
un regreso hacia la guitarra pues no podía estar ausente la evocación de un
instrumento tan consustanciado con el espíritu nacional en una inquietud de
esta naturaleza. Se dice que en épocas muy lejanas fue "instrumento de
Reyes", uno de los primeros que dejó oír sus sones en las cortes. En el
viejo Continente se la llamó también "la pequeña orquesta más grande del
mundo". "Arquitecto de consuelos" dice Atahualpa al definirla en
relación con nuestra raza criolla.
Don
Abel Fleury, poeta del instrumento, dejó un verdadero mensaje que honra a la
"guitarra argentina". Unida en el llano con la milonga, configuran la
expresión más definida del canto regional pampeano. La décima que sigue habrá
de demostrarnos esta comunión:
Para
manear lo argentino
son
lonjas de un mismo cuero
sentimiento
del surero,
cara y
cruz de su destino.
Palenque
junto al camino
donde
el pasado se amarra
savia
de raza bizarra
que al
presente se prolonga,
no hay
guitarra sin milonga
ni
milonga sin guitarra.
13. HUELLA
DEL DESIERTO (Huella de Víctor A. Giménez y Carlos Santa María)
La lucha contra el
malón, que se extendió desde el año 1852 hasta el 1879 en forma ininterrumpida,
debe considerarse como una de las campañas de mayor gravitación del Ejército
Argentino en el sur de nuestro país. La liberación de la indiada promovió las
más enardecidas refriegas entre el aborigen y el soldado, donde campeó siempre
el coraje, la astucia y el valor. Pero... ¿quién era dueño de la razón?.. ¿La
civilización? ¿El progreso? ¿O aquellos que habían nacido en ese suelo como
nacen los pastos?.. Sin duda, el progreso y la civilización debían llegar y
eran necesarios, más siempre quedará en la incógnita si pudo o no adaptarse al
salvaje de una forma menos cruenta. En la Huella del Desierto (tomando como
base este ritmo por su regionalismo con una vigencia mayor a la centuria), la
literatura impuesta sobre el tema evidencia aquellas enconadas refriegas y
queda el canto en el aire como un homenaje a todos los que pelearon y regaron con
su sangre la enorme extensión del desierto, que ayer y siempre será la pampa.
Intérprete: CARLOS
SANTA MARÍA
Album: "DE
LAS CUCHILLAS AL MÉDANO" (*)
Año: 1974
Portadas y
etiquetas: SÍ, portadas originales restauradas, rediseñadas y
optimizadas digitalmente
Sello: DISC
JOCKEY PROMOCIONAL
Nº: EST.
10058
Formato: Larga
duración (Long play) de vinilo en 33 1/3 r.p.m. (LP)
Bitrate: CBR
256 Kbps en 48.000 Hz
LISTADO DE
TEMAS:
LADO 1
1.- Lázaro
Blanco (galopeado) 3'20''
Rubén Manuel
Martínez (Linares Cardozo)
2.- La
creciente (aire de galopa) 2'05''
Carlos Héctor
Santa María
3.-Tropero
silbador (chamarrita) 2'40''
Rubén Manuel
Martínez (Linares Cardozo)
4.- Señor
de Montiel (milonga) 3'01''
Aníbal
Domingo Sampallo Arrastúe (Aníbal
Sampayo)
5.- Soledad [montoyera]
(poema) 2'29''
Marcelino
Román / Miguel Ángel "Zurdo" Martínez
6.- Cosas
del campo entrerriano (milonga) 2'37''
Víctor Abel
Giménez / Carlos Héctor Santa María
7.- Dios
lo bendiga (aire de chacarera) 2'22''
Carlos Héctor Santa
María
LADO 2
1.- San
Antonio de Areco (triunfo) 3'06''
Edmundo
Porteño Zaldívar (hijo)
2.- Recordando
mi lobuno (cifra) 2'53''
Víctor Abel
Giménez / Carlos Héctor Santa María
3.- Carta
de muchos (poema) 5'53''
Claudio
Martínez Paiva
4.- [Mudanzas
musicales de malambo] Malambo (mudanzas musicales) 2'56''
Carlos Héctor
Santa María
5.- Poema
a la guitarra (milonga) 3'28''
Héctor
Roberto Chavero (Atahualpa Yupanqui)
/ Carlos Héctor Santa María
6.- Huella
del desierto (huella) 2'26''
Víctor Abel Giménez /
Carlos Héctor Santa María
(*) NOTA: Álbum también tomado hace muchos años "prestado y sin permiso" del excelente blog amigo "VOCES DE LA PATRIA GRANDE". Muchísimas gracias, Martín!!!.
Segundo álbum larga duración de este CANTORAZO con
todas las letras!!!. Intérprete dotado de una particular y excepcional voz
además de eximio ejecutante de la guitarra, CARLOS SANTA MARÍA en este registro discográfico titulado "De las cuchillas al médano", editado por Disc Jockey en el año 1974 nos ofrece como en una paleta de
pintor, un colorido y pintoresco recorrido por el litoral, norte y sur de nuestra querida
Argentina; voy a reiterar lo que expresé en mi comentario de su primer larga
duración publicado ayer viernes: creo que CARLOS SANTA MARÍA ha sido
injustamente olvidado… es una lástima la muy poca difusión que ha tenido
siempre en los medios… Particularmente el poema "Soledad" me
resulta de una belleza increíble, muy bien interpretado en su voz. RECOMIENDO
MUY ESPECIALMENTE ÉSTE ÁLBUM
por ser de una increíble autenticidad folklórica, porque no nos vamos a dejar
de sorprender, se los aseguro!!!. Los invito pues a que pasen y vean,
descarguen y escuchen... Creo a título personal… QUE JAMÁS SE VAN A ARREPENTIR…!!!.
¡¡¡ R E C O M E N D A D O !!!
Un saludo cordial para todos!!!. Si quieren comentar, estaría muy bueno!!!. NOS VEMOS LUEGO AL MEDIODÍA SI DIOS QUIERE CON MÁS PRIMICIAS MUSICALES, RECORDANDO QUE...
¡¡¡COMENTAR ES TAMBIÉN UNA BUENA MANERA DE AGRADECER!!!
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